lunes, 22 de mayo de 2023

Pájaros

He soñado con Laura, que no sé nada de ella desde hace años. Se fue a vivir al campo, con su chico y sus perros, o con los perros y su chico. Siempre fue consecuente. En un momento dado de mi invención onírica, me miraba fijo, en primerísimo primer plano, y me decía suave “buenos días, Julio”. Y en ese mismo instante, me ha sonado la alarma. Durante unos segundos he naufragado en ese encabalgamiento entre lo real y lo soñado. Laura se adelantaba un momento inapreciable al final del sueño, me introducía en la nueva semana, me allanaba un terreno que aún no existía. Como el de la finca en la que vive ahora, con sus perros y su chico. Y así, con un saludo puente entre lo que solo ocurre en mi cabeza y lo que está por pasar ahí fuera, he arrancado un lunes, a la misma hora de siempre. 

martes, 9 de mayo de 2023

Ratones

Tampoco tenía tan claro que quisiera. Se contaba tantas mentiras para justificarse que ya casi se las creía. Casi. Después de tanto tiempo, la idea de arrancar otra vez se le hacía un mundo. La última vez que escribió fue un diario en pandemia que compartía en Facebook para regocijo de demás seres aburridos y aislados. Qué reiterativo, si estás aislado, estarás aburrido, pensaba, para reafirmarse en que quizá simplemente ya no había forma de volver a escribir como escribía antes, cuando le endulzaban el ego diciéndole lo bien que lo hacía. Cuando no caía en reiteraciones. Mira que se lo habían advertido cuando no levantaba más de metro y medio del suelo, cuando escribió algo de lo que no se acuerda pero se lo leyó su padre y le dijo, esto sí lo mantiene en su memoria, caprichosa, selectiva, hija de puta: “hijo, aquí pones raudo y veloz. ¿No es acaso lo mismo?”. Él se quedó perplejo. Si todo el mundo dice lo mismo, argumentó para sí, será porque está bien dicho.