miércoles, 30 de mayo de 2018

No nos engañemos

El Tinder. Ese invento. Que tampoco es nada revolucionario. No será por páginas web de contactos o por apps de ligoteo.

Pero el caso es que yo tonteo con el Tinder.

Y allí me topé con mi rival, y tras horas de charlas y risas e interludios prolongados, ayer se lo dije.

- Eres divertida. Eso es todo un piropo, y lo sabes.

Ella, resuelta y espontánea, provocó.

- Es uno de los tres que me dicen, sí.

Mi siguiente dardo se veía venir desde kilómetros.

- ¿Cuáles son los otros dos?
- “Me gustan tus tetas” es uno.
- ¿Molan tus tetas?

lunes, 28 de mayo de 2018

Los rusos llaman a mi puerta

Quiero rusos. Quiero mucho de los rusos. Quiero a Chejov y a Dostoievski. Presiento que los necesito. Que los he anhelado todos estos años. A ellos y a sus personajes sucios. A sus calles sucias. A sus esquinas vivas. Algo me dice que me han estado persiguiendo todo este tiempo y me he empeñado en despistarles. En cambiar el ritmo para perderles de vista.

domingo, 27 de mayo de 2018

Odio

(en audio: https://soundcloud.com/user-734820786/odio)

Si quieres insultarme, hazlo cantando. Solo será una canción, no ha lugar a ningún perdón.

Si deseas ridiculizarme, escríbelo en un cuento y yo lo que leeré será un relato, no habrá mal rato.

Si buscas burlarte, píntame cubista y contemplaré un cuadro… y pista.

Si persigues amenazarme, dale, me vale si lo filmas, seré espectador de tu película, y ya lo que diga la crítica.

Si tu objetivo es escupirme, escúlpeme y pagaré por ver la estatua. Esto no es Alsasua, de eso no hablo, ni de Irene ni de Pablo.

Tal vez no me agrade, pues vale, pero no buscaré que te encierren bajo llave, he ahí la clave. Tienes derecho a representarme como tu pincel, tu boli, o tu peli o tu cincel me retraten. Porque es arte. Solo arte. Tanto arte. Que no sirve para nada. Que sirve para todo. Menos para hacerme callar.

Si te detienen por eso, seré el primero en defenderte, con uñas y dientes. Aunque tengas mal gusto como Valtonyc, criterio como Evaristo o agallas como Ayax y Prok. ¡Me siento Atreyu contra Mork!

Rey de Pangea

(en audio: https://soundcloud.com/user-734820786/rey-de-pangea-1/s-B8JrX)

He tomado cartas en el asunto, de humildad me unto, poco a poco ya me ajunto, aun autocrítica barrunto, pero ya voy sumando algún punto ahora que soy presunto trasunto… de lo que fui, porque antes ni vi, ni por supuesto vencí, solo me caí… en lo más hondo, me olvidé de Macondo en un pozo cuyo fondo lo marca cada muesca de mi pala, pero ya estoy decidido a cambiar el final de esta peli tan mala, ¡hala! Se puede, aunque duele y al mundo se la pele y yo me encele con que vivo en una melé, antes me pensaba Pelé, ahora voy descubriendo quién seré. Mira, me confieso, no hay receso, yo no ceso, esto es un proceso… largo, trago amargo, mucha culpa cargo, secundario en Fargo, regurgitando el terror de repetir el mismo error, derrapando en cada curva, me perturba la turba, es hora de dejar atrás la rumba, el miedo ya no me tumba, no me derrumba, así que me arranco, rollo El truco del manco, dejando atrás el barranco, como Indiana, salvando el pellejo, yo no cejo buscando morir de viejo, tanto tiempo siendo pendejo y ya no me dejo, yo a lo Danny Trejo, del trullo a los títulos de crédito, coño, si ya no soy inédito, un libro ocupando estanterías que no son mías, No todo va a ser sexo, mucho más… cambio de compás: eso ya no me lo quita nadie, solo yo, mi peor enemigo, musulmanes contra Rodrigo, buscando abrigo porque vivo en la nevera de Frigo, me he traicionado más que al Barsa Figo.

Espera, que sigo...

miércoles, 23 de mayo de 2018

Juez y parte

(En audio: https://soundcloud.com/user-734820786/juez-y-parte/s-foOQV)

Escucha, voy a ver si sé contármelo…

Se me ha caído el castillo de Lego, acuchillado tengo el ego, tanto dejarlo para luego… y al final, claro, me la pego, siempre pierdo a mi juego, de nuevo, manda huevos, alimento el fuego con mi falta de apego, hacia mí mismo, ya sin cinismo, bajo los pies idéntico seísmo, el final siempre es el… hasta que diga basta, más liado que una rasta, pero ¿quién dijo casta? Si ni de dos ni de tres, nunca acierto a canasta. Y así, la culpa me aplasta.

sábado, 19 de mayo de 2018

Ni conmigo ni sin ti

Descalzarte en el césped en los últimos días de primavera, esos que prometen verano, la única estación que espanta la nostalgia. Plantar el talón, encoger los dedos y arrancar hierba como si fuera una misión encomendada. Verte hacer lo mismo pero entre sábanas.

Hacer la cama al levantarte, cada mañana. Deshacerla contigo, cada mañana. Encontrártela hecha por las noches. Encontrarte en ella por las noches. Repetir cada día. Cada noche. Hacer de esa rutina la aventura más loca jamás contada.

martes, 15 de mayo de 2018

El metro más largo

- Estoy durmiendo en la calle. Ya solo me queda pedir en el metro. Una ayuda, por favor.

Día tras día. Metro tras metro. Vagón tras vagón. La misma cantinela. Para reunir no más de cinco euros en una mañana. Una micra. Que no es suficiente. Nunca lo es.

miércoles, 2 de mayo de 2018

Nunca tiraste el látigo

Las cosas no pasan porque tengan que pasar. Pasan porque hacemos que pasen. Por acción o quietud, pero es demasiado fácil sacarnos de la ecuación, responsabilizar al destino. No me toques los huevos, Paulo Coelho. Si por un lado somos capaces de crear nuestro destino pero por otro las cosas pasan porque tienen que pasar, en esa contradicción me pierdo. Suficiente perdido estoy ya. Y ya he llegado a ese punto en el que o me encuentro o, por mucho que pongáis mi cara en carteles y en el Twitter de la Guardia Civil, desaparezco. Así que no puedo en este momento creerme que sí, que si algo pasa, es porque el orden natural así lo contemplaba. Si ahuyentar a la mujer que perseguí es el orden natural de las cosas, me cago en el orden natural de las cosas. No me creo capaz de todo, no es eso, no tengo un ego tan desmedido, y menos ahora. Solo me empeño en la idea, en la fijación, de que soy responsable de lo que hago y de lo que no hago, de lo que digo y de lo que me callo, de lo que confieso y sobre lo que miento. No será sano, tiendo a flagelarme (sigo en las mismas, mi hermano celta, ya ves, el puto látigo), pero es a lo que me tengo que agarrar para confiar en que cambiarán las tornas. En que podré cambiarlas. En que haberte hecho daño es el fracaso más grande que puedo reconocer, aunque al menos queda la lección inherente a cada fiasco. Porque haberte tenido tan cerca y haber hecho lo posible por alejarte es solo cosa mía. La alineación de los planetas me la trae al pairo.